Compañeras  y compañeros:

Una vez más peregrinamos a Lares en el aniversario de la Revolución. Para cada uno de nosotros esta peregrinación sintetiza nuestras mayores querencias, todo cuanto tenemos de alto y de bueno en nuestras conciencias, porque aquí se resume la patria. Por eso, ustedes perdonarán que apunte una nota personal y meditable en este instante. Porque no puedo evitar tener presente que llego por primera vez a Lares después de asesinado un hijo. En nombre de su memoria y de la de todos los mártires y los héroes de esta lucha, así como de todos ustedes y de todos los patriotas que en recónditos lugares de países extranjeros y de nuestra propia patria luchan por la independencia de nuestro suelo, traemos el homenaje, el agradecimiento fervoroso a aquellos fundadores que sentaron con su ejemplo el camino del sacrificio y le abrieron las brechas a este pueblo por las cuales pudiera adelantar su lucha hasta obtener la victoria de la liberación completa.

Cuando decimos Lares, decimos aquel marco de acción dentro del cual cabe todo el patriotismo verdadero de este pueblo, proyectado a lo largo de los siglos. Aquí en Puerto Rico no hay corriente política auténtica, revolucionaria, antimperialista, patriótica que no pueda tener su denominador común, su punto de arranque en Lares  en la gloriosa gesta del 23 de septiembre de 1868. No importa cuánto nos desviemos por unos u otros caminos circunstancialmente en el tránsito trabajoso, fatigoso de esta lucha, siempre volvemos a Lares y encontramos en Lares la comunidad de ideales, de aspiraciones, de esperanza, que resume las luchas de lo mejor de este pueblo. Lares se ha convertido en lugar donde se llega a reflexionar sobre las perspectivas del futuro de la patria, fundando el análisis en la inspiración de ese pasado glorioso y en la crítica del presente que realizamos todos con nuestro esfuerzo.

Por eso fue grande, positiva, la tradición establecida en el centenario de converger aquí unitariamente a celebrar la gesta y reflexionar sobre ese futuro. Diversas circunstancias han determinado que en los años inmediatamente pasados y el presente no se haya conservado en su forma la tradición del centenario. Pero es importante, y no puede subestimarse, el hecho de que Lares sigue siendo el marco de referencia histórica común a todos los patriotas puertorriqueños. Mientras sea ése y se mantenga lealtad a principios que en su desenvolvimiento histórico son capaces de alcanzar las alturas mayores realizadas por la humanidad, tendremos una gran convicción de que la unidad del patriotismo boricua será una realidad, como hoy es una necesidad imperiosa para el adelanto y el triunfo de la lucha.

HABLEMOS DEL FUTURO INMEDIATO

Este año llegamos a Lares en un minuto de nuestro forcejeo en que los socialistas puertorriqueños estamos concentrados en un trabajo electoral que tiene unas proyecciones  que a nuestro juicio son de gran importancia para toda la lucha. Pero no venimos a hablarles de ese trabajo en este instante. Dentro de cuarenta días ocurrirán las elecciones coloniales de cada cuatro años en nuestro país. Se realizará una vez más no la expresión de la sustancia de las inquietudes y las esperanzas de este pueblo, sino de cómo esas han sido manipuladas, manejadas por los instrumentos de la burguesía imperialista para seguir tratando de deformar las realidades de este pueblo ante el pueblo mismo y ante el mundo, y proyectar la ilusión de que aquí está viviendo un clima de libertad y de democracia. Pero por primera vez, a esas proyecciones habrá que hacerles unas anotaciones al calce que apuntan hacia el nuevo Puerto Rico que va emergiendo y que va desarrollando, impetuosa, su fuerza para encarar los retos del inmediato futuro con mayor, efectividad, con precisión, de suerte que podamos alcanzar metas que nos hemos propuesto. De ese inmediato futuro es que queremos hablar en esta tarde desde la cumbre de la tribuna lareña.

A lo largo de este último año la actividad conspirativa del imperialismo norteamericano para asegurar su dominio, control y explotación continua del pueblo puertorriqueño. Esa empecinada acción imperialista se ha basado no solo en querer reservar y mantener los privilegios que aquí tienen establecidos ya, sino también en la pretensión de escalonar esa explotación, en el objetivo de que el saqueo de nuestros recursos naturales, y de la fuerza de trabajo de nuestro pueblo se eleve en proporción geométrica a niveles nunca antes vistos en ningún lugar de la América Latina. Si algo nos comprueba la actividad imperialista de este año a todos los niveles, a nivel nacional y a nivel  internacional, es precisamente que ellos están conscientes de la importancia enorme que tiene Puerto Rico en el desenlace de la pugna principal del mundo contemporáneo, que es la pugna, el conflicto, la contradicción entre los pueblos que luchan por su liberación total y las claques privilegiadas generadas por el sistema capitalista que se montan en la política imperialistas para pretender sofocar esas aspiraciones legítimas de la humanidad.

A lo largo de este año se ha suscitado una enorme actividad represiva por parte del conjunto de agencias que configuran el aparato persecutorio de Estados Unidos en Puerto Rico. Se ha aumentado considerablemente todo el sistema de agentes del FBI, de la CIA, de los servicios secretos de las fuerzas armadas, de las divisiones de persecución política de la Policía de Puerto Rico y de todas las demás agencias y organizaciones que colaboran en ese esfuerzo represivo. Lleva el propósito de destruir al movimiento de liberación nacional de Puerto Rico. No se haga de ilusiones ningún grupo, ninguna organización, ningún partido, que a los imperialistas no se les va a engañar con disimulos retóricos, que a los imperialistas no se les va a desinformar por más intentos que se hagan de  presentarse como personas e instituciones que no pretenden subvertir el sistema. Los imperialistas están muy claros, más allá de esto, de que en última instancia todo puertorriqueño es un enemigo potencial del imperialismo. Porque los imperialistas conocen la dinámica que se ha dado en los procesos de colonización y descolonización en todos los rincones del planeta, y por eso no confían ni en sus más incondicionales colaboradores cuando se trata de defender sus intereses. (Aplausos). Mucho menos van a confiar en aquellos que mantienen el principio de la independencia patria por tímidas que sean las expresiones de ese principio.

El aparato represivo que se ha montado aquí tiene sus tentáculos extendidos para actuar contra todo el pueblo puertorriqueño. Lo que pasa es que no ha habido en la historia de las luchas de la humanidad ningún aparato represivo por poderoso y fuerte que sea, capaz de vencer a un pueblo cuando sea ese pueblo se dispone a luchar. (Aplausos).

INTENSIFICAN EL SAQUEO

Simultáneamente al proceso represivo, van intensificando el proceso del saqueo. Hace doce años, desde esta misma tribuna lareña, denunciamos vigorosamente la negociación que estaba teniendo lugar en aquel momento entre el gobierno de turno de la colonia y las compañías mineras para cederles los derechos de explotación del cobre que hay en estas serranías de Lares y de Utuado, de Adjuntas y de Jayuya. A partir de aquello, ha seguido un movimiento zigzagueante la pretensión de entregar la riqueza de cobre de Puerto Rico a grandes compañías norteamericanas. La actividad de vanguardia del entonces Movimiento Pro Independencia, hoy Partido Socialista Puertorriqueño, pudo dirigir acertadamente la organización y movilización de la conciencia pública para detener en diversos instantes lo que parecía ya inminente, que era la firma de los contratos para ceder la explotación del cobre. Doce años después, tenemos hoy informes que rendir al pueblo de Puerto Rico en relación al cobre. Nuestras fuentes informadas sobre los detalles de estas negociaciones nos aseguran, y lo hemos corroborado por diferentes vías, que la negociación está en este momento en los siguientes términos:

Ustedes saben que en el 1975 se legisló para crear la Corporación Minera que tiene a su cargo, según dispone la ley que aprobaron, bregar con todo lo que sea explotación y explotación de recursos minerales del pueblo puertorriqueño. Esa Corporación Minera contratas con las dos corporaciones americanas, la Kennecott y la American Metal Klimax, para explotar el cobre de aquí de la zona minera. La Corporación Minera aporta lo principal del negocio, que son las minas. ¡El todo del negocio, casi! Porque lo demás es accesorio, lo demás se consigue, lo demás se busca. Las minas son la riqueza. Pues la Corporación Minera, fungiendo representar al pueblo puertorriqueño, aporta las minas de cobre. Y le ha pedido a cambio a las dos corporaciones americanas que ellas aporten el capital de operación para la explotación del cobre; y que las ganancias se repartan, la tercera parte para una de las compañías americanas, la tercera parte para otra de las compañías y la otra tercera parte para el pueblo de Puerto Rico por medio de la Corporación Minera y del gobierno.

¿Y ustedes saben lo que están planteando las compañías americanas? Que además de poner las minas de cobre, el gobierno de Puerto Rico ponga la tercera parte del capital de operación para poder coger la tercera parte de las ganancias de las minas. Jamás en la vida se había visto un requerimiento tan insólito. Sin embargo, el gobierno no ha roto las negociaciones. Frente a una  propuesta tan insólita, el gobierno aún mantiene la negociación y la conversación con las compañías del cobre. Y no ha dado a la publicidad estas cosas porque son demasiado evidentes de la forma incondicional en que este gobierno le sirve al sistema imperialista. Porque ya no se trata de darle unos privilegios a una gente que viene a establecer una fábrica importando materia prima, sino que como lo hemos dicho en otras ocasiones, en este caso, además de la explotación de la principal fuente de riqueza que es la fuerza de trabajo de los trabajadores, vienen a explotar también los recursos naturales de este país, que son las minas, con todo lo que significa negativamente para el pueblo el saqueo irracional de esos metales que se lleva de frente sectores enteros de producción agrícola, que hace emanar contaminación en cantidades letales para la vida animal y vegetal de todos los alrededores de la explotación.

AHORA QUIEREN EL PETRÓLEO

Pero ahora ya no se conforman con las minas de cobre de este sector de Puerto Rico. Ahora están buscando unos recursos mucho meas valiosos. Ahora están buscando petróleo en las aguas del norte de Puerto Rico. Han realizado estudios que indican que hay un 90 por ciento de probabilidades -¡noventa por ciento de probabilidades!- de poder extraer grandes cantidades de petróleo de la costa norte, entre una y tres millas, que queda dentro de las aguas territoriales de Puerto Rico, y que compone parte de la plataforma marítima de nuestro país que tiene la misma conformación geológica de la plataforma marítima de Trinidad-Tobago y de la costa norte de Venezuela, ricas en petróleo, como se ha comprobado con la explotación en esos países.

Y el gobierno de Puerto Rico, a espaldas de este pueblo, sin haberle dicho nada a este pueblo sobre esa realidad, ya tiene acordados los puntos principales de unos contratos en que se cede a cuatro compañías transnacionales todos los derechos de explotación y explotación del petróleo que hay en la costa norte de Puerto Rico. Esos contratos preliminares se han firmado ya con la Mobil, con la Shell con la Exxon y con la Continental Oil. Cuatro compañías que son de las más poderosas de las compañías petroleras pertenecientes al gran cartel multinacional. A esas compañías se les autoriza en esos contratos a extraer 200 mil barriles de petróleo diarios, durante un periodo de treinta años, para lo cual invertirán las mismas un capital total de cuatrocientos millones de dólares. Y por invertir ese capital –que no lo van a invertir todo en el inicio, sino que la mayor parte del mismo la van a sacar de la propia riqueza que extraigan de allí- se les da el dominio y el control absoluto y total de toda la explotación petrolera de Puerto Rico.

De acuerdo con los estudios que ha hecho Recursos Naturales, la Corporación Miera y el gobierno de Puerto Rico –a los cuales hemos tenido acceso a pesar de la reserva y secretividad con que se pretende mantener al pueblo de Puerto Rico ignorante de estas realidades- de acuerdo con esos estudios, Puerto Rico se convertirá en el número 19 entre los principales  países productores de petróleo en el mundo entero.

Estamos hablando señores, de palabras mayores. Estamos hablando de una realidad que va a representar un cambio de calidad en todo el panorama de los recursos naturales de Puerto Rico y de las posibilidades de desarrollo económico de nuestro país.

Precisamente, de todos los renglones de importación, todos altísimos en Puerto Rico, el más alto, que absorbe más de la tercera parte de las importaciones totales del país, es el petróleo crudo, que lo traemos de Venezuela y de algunos países del norte de África y del Oriente Medio. Y ese petróleo es la materia prima esencial con la que operan las refinerías, con la que operan las petroquímicas, con la que operan las termoeléctricas, con la que operan las plantas químicas en distintos lugares del país.

Entregar esa riqueza a esas grandes compañías norteamericanas y extranjeras, representa entregarle el potencial más grande que haya tenido este país en términos de recursos naturales, para que se lo apropien unos intereses extranjeros sin consideración alguna a las necesidades urgentes que tiene el pueblo de Puerto Rico. Se trata de un acto de irresponsabilidad social de gran envergadura. Pero se trata también de algo que nos indica cual ha de ser la magnitud de la lucha que tiene de frente este pueblo. Ya no es solo que seamos la base militar más importante de Estados Unidos en el Caribe, ya no es solo que seamos el centro de inversión industrial más importante de Estados Unidos de América Latina; ya no es solo que seamos el centro de operaciones políticas desde el cual el imperialismo proyecta toda su estrategia de dominación hacia la América nuestra. Es que también amos a ser un país productor de petróleo. Y vamos a ser un país productor de petróleo en un momento de la decadencia del imperialismo yanqui cuando los estrategas del imperialismo se están planteando la realidad de que la debilidad estructural mayor que tiene el imperio yanqui es la dependencia de las importaciones del Tercer Mundo en once renglones que no se producen en Estados Unidos en cantidades suficientes para alimentar la gigantesca operación industrial de ese país.

Dentro de esos once renglones estratégicos que Estados Unidos tiene que importar de distintos países del Tercer Mundo está, desde luego, el petróleo y está también el cobre. Y Estados Unidos comprende que los pueblos del Tercer Mundo se han dado cuenta de que si los capitalistas y los imperialistas se habían inventado el mecanismo del cartel para monopolizar una determinada riqueza, un determinado renglón, ellos también podían organizar sus carteles, podían organizar su producción para imponerle precios adecuados al mercado de los mismos, como han hecho los productores de petróleo. Por esa razón el imperialismo yanqui concentra esfuerzos, invierte recursos cuantiosos de investigación para tratar de producir dentro de sus límites la mayor cantidad de esos renglones estratégicos, como el petróleo, el cobre, la bauxita y otros más.

NO HAY SALIDAS FACILES A ESTA LUCHA

Eso nos indica que aquí vamos a tener una lucha muy seria en este país. Eso nos reclama que comprendamos de una vez que esta lucha no tiene ni puede tener salidas fáciles; que no hay alternativa reformista que pueda conducir a la independencia de Puerto Rico; que aquí la independencia tenemos que ganárnosla llevando a cabo una lucha, desplegando un esfuerzo, poniendo en función una capacidad organizativa colosales, que sean capaces de vencer los voraces intentos del imperialismo por tragarse esta tierra, por disolver la patria para ellos resolver problemas que tienen planteados como parte de la crisis que apunta hacia una decadencia. 

La independencia de Puerto Rico, no obstante todo ello, será una realidad. Será una realidad porque no tiene fuerza el imperio yanqui para evitar que lo sea. Será una realidad porque tiene suficiente fuerza el pueblo puertorriqueño para lograrla, y porque esa fuerza del pueblo puertorriqueño cuenta, para manifestarse, y contará cada vez en mayor medida con el apoyo no solo moral sino material de la inmensa mayoría de la humanidad que hoy vive en el campo socialista y en los países antiimperialistas del mundo. (Aplausos). Por eso estamos seguros que vamos a vencer.

Pero vamos a enfilar nuestra lucha acertadamente, teniendo claro cuál es la magnitud del reto. No podemos jugar a la política. No podemos gastarnos el lujo de asumir posiciones de aficionados. No podemos dilapidar esfuerzos en el cultivo de ilusiones infantiles. Esta lucha ha madurado y se ha acrisolado con el esfuerzo combativo y el ejemplo glorioso de millares de hombres y mujeres a lo largo de más de un siglo han puesto lo mejor de toda su capacidad para impulsarla hacia niveles mayores. Ahora llegamos, nos acercamos a momentos cruciales en los que tendremos que desplegar esa maduración de conciencia, en los que todo el cúmulo de experiencia que hemos atesorado en estos años de lucha consecuente: en que tendremos que sincronizar el esfuerzo, perfeccionar la organización, desarrollar la audacia, coordinarla con cautela para producir una lucha sólida, una lucha capaz de encarar u no de los retos más grandes que pueblo alguno pueda haber tenido en el curso de la historia luchando por su libertad y su independencia. Por eso, más allá, de los cuarentas días que nos quedan para las elecciones, empecemos desde ahora a poner las miras en la cual ha de ser nuestra lucha en el futuro inmediato para el año que viene, en cómo hemos de enfilar nuestras metas. En ese sentido quisiéramos volver a hacer un llamado a la unidad desde esta tribuna lareña.

LA UNIDAD SIEMPRE VIGENTE

No importa cuáles sean los resultados electorales la unidad de esfuerzos del patriotismo puertorriqueño será una necesidad mayor al día siguiente de las elecciones que lo que lo ha sido hasta ese momento. Por eso volvemos a invita a los compañeros del Partido Independentista y de las demás organizaciones patrióticas puertorriqueñas, de todas las corrientes de lucha por la liberación de nuestra patria, a examinar conjuntamente con nosotros estas realidades, tras la campaña electoral, y a buscar los puntos de convergencia en los cuales podamos iniciar un trabajo conjunto no empece las importantes diferencias existentes entre unos y otros.

A estos efectos queremos recordar que la diversidad de formas de lucha por la liberación de nuestras patria está indicada no sólo por la experiencia múltiple de los pueblos del mundo en diversos periodos de la historia, sino también por nuestro propio desarrollo y nuestro propio proceso histórico. Aquí se han utilizado múltiples formas organizativas de combate y de lucha a lo largo de todo el tiempo, desde el 23 de septiembre del 68 hasta nuestros días. Nadie se haga de ilusiones. Nadie pretenda tener agarrada la verdad de la independencia en sus manos. Nadie subestime la capacidad que tienen todos los patriotas puertorriqueños para aportar, para contribuir, para multiplicar con su esfuerzo el potencial de todo este pueblo para golpear al enemigo y ganarle batallas. Nadie se obstine por su camino y pretenda que hay una línea recta por donde ha de seguirse a la conquista de la liberación de nuestra patria.

Nos podríamos pasar la vida emitiendo votos y, si constreñimos la lucha a los marcos y los patrones de las contiendas electorales del sistema, jamás alcanzaremos la independencia de Puerto Rico. (Aplausos). No se haga nadie de ilusiones de que puede conseguirse la independencia aisladamente, por medio de acciones armadas fragmentarias en donde no esté envuelta la voluntad de las crecientes masas del pueblo puertorriqueño que cobran conciencia de la necesidad y la posibilidad de la independencia y el socialismo. No vamos a triunfar frente a enemigo tan poderoso si constreñimos la perspectiva y  nos creemos que esto es cuestión de poner cuatro bombitas por ahí. Poniendo bombas tampoco se va a hacer la independencia de Puerto Rico. (Aplausos) La independencia de Puerto Rico requiere mucho más, muchísimo más que emitir unos votos o poner unas bombas. Si fuera así sería muy fácil hacer la independencia.

La independencia de Puerto Rico requise organizar a este pueblo, organizar a este pueblo en todos los niveles de lucha de combate, (Aplausos prolongados) y reclamar con la autoridad moral de un pueblo luchador y combativo la solidaridad creciente del mundo que no va a permitir que nuestro derecho del mundo no va a permitir derecho inalienable a la independencia sea sofocado por la fuerza imperialista y quedarse con los brazos cruzados. El sentido de solidaridad preside el tránsito acelerado de la humanidad al sistema socialista, sistema inevitable del futuro, sistema superior alcanzado por el hombre y la mujer a lo largo de un forcejeo de lucha. Ese sistema impone en la conducta de la humanidad contemporánea unos patrones distintos que apuntan a la solidaridad concreta. Y esa solidaridad la tenemos y la tendremos cada vez en mayor grado, en la medida en que reflejemos el crecimiento, la maduración de una conciencia en términos de acertado movimiento de masas, de lucha, de combate por todas las vertientes.

Nuestro partido, que en los últimos meses ha estado concentrando su esfuerzo en una campaña electoral, dirigida a ampliar su base, a divulgar su ideología, a profundizar la conciencia de esta problemática y de la alternativa socialista en mayores sectores del pueblo trabajador puertorriqueño, tan pronto pasen los comicios de noviembre iniciará un intenso proceso de evaluación, en todas sus instancias, del momento político que vive el país, de la experiencia que hemos acumulado en este período de intensa actividad de masas, de las necesidades y prioridades que requiere la lucha en estos instantes, para enfilar nuestro esfuerzo lo más acertadamente posible hacia la concreción de nuevas metas que sigan elevando y profundizando la lucha.

Pero no nos detendremos en el trabajo. Seguiremos realizando el trabajo que nos corresponde. Y sobre la marcha de esa lucha, de esa práctica cotidiana, iremos ajustando miras, evaluando situación, aspectos, para perfeccionar y llevar a niveles óptimos la efectividad de este partido. Por eso, el 2 de  noviembre son las elecciones, el 13 de noviembre estaremos junto a muchísimas otras fuerzas antiimperialistas y a la Seccional de nuestro partido en Estados Unidos, realizando una actividad masiva frente a las Naciones Unidas en reclamo de la liberación de Lolita Lebrón, (ovaciones y aplausos) de Oscar Collazo, de Andrés Figueroa, de Irving Flores y de Rafael Cancel Miranda. (Aplausos prolongados).

Vamos a intensificar el esfuerzo en una coyuntura donde hay un tránsito presidencial en Estados Unidos para reclamar la liberación de estos cinco patriotas, los más antiguos presos políticos de todo este hemisferio, por cuya libertad se ha producido un consenso de todo Puerto Rico, a todos los niveles, tal como se manifiesta en las resoluciones múltiples de diferentes organizaciones, e incluso de las cámaras legislativas e instituciones oficiales y cuasi oficiales. Vamos a intensificar ese esfuerzo durante el periodo entre las elecciones y la toma de posesión del nuevo presidente de Estados Unidos, tanto a nivel nacional aquí, a nivel nacional de Estados Unidos, como el nivel internacional. Porque esta lucha al mismo tiempo en que va levantando sus niveles, cobrando conciencia de los retos mayores que cada momento nos plantea, es una lucha firmemente entroncada en su tradición lareña y no deja a la vera del camino de sus preocupaciones y sus inquietudes a aquellos que se han sacrificado en el pasado y con su ejemplo inspiraron la acción que hoy reverdece masivamente en tantos sectores de nuestra patria. Por eso, para nosotros, independentistas, socialistas y revolucionarios como somos, el ejemplo de los cinco nacionalistas aún presos en Estados Unidos, el ejemplo del Maestro Albizu Campos y de su predecesor, el Padre de la Patria Ramón Emeterio Betances, resume todas las experiencias y las querencias de esa lucha.

Al terminar nuestras palabras en Lares en la tarde de hoy, reiteramos una invitación que hicimos al pueblo patriota y a todo el pueblo de Puerto Rico el pasado 8 de abril. El año próximo de 1977, año preñado de tantas expectativas para la lucha por la liberación de nuestra patria, se cumplirán 150 años del nacimiento de Betances. ¡Celebremos en grande la efemérides del nacimiento del Padre de la Patria, aquel inspirador de la revolución lareña, aquel que nos indicó el camino en el momento traumático del 98, aquel que murió angustiado por el drama de su pueblo, y cuyo recuerdo fortalece el espíritu de los más flojos, y nos indica a todos la necesidad de luchar, de abrirle camino a la nueva patria, a la independencia, al socialismo en Puerto Rico. Buenas tardes.